En el lugar de Ruxil, parroquia de Santa Tecla de Abeleda, se alza la iglesia del mismo nombre. De origen románico, su construcción inicial puede remontarse al siglo XII, aunque ha sufrido muchas reformas posteriores. Perteneció a la jurisdicción del Monasterio de San Paio de Abeleda.
En su portada destaca la arquivolta, formada por varios arcos de medio punto, y las dovelas, con una ligera moldura en el arco interior y decoradas las exteriores con bonitos (aunque ya desgastados) motivos florales.
En su interior se conserva una hermosa pila bautismal románica policromada. También destaca el retablo mayor, de madera y estilo barroco, que data del siglo XVIII. Además, posée una cruz procesional del siglo XVII.
En el cercano lugar de O Sabugueiro, también perteneciente a la parroquia de Santa Tegra de Abeleda, se levantaba la Capilla de la Virgen de la Luz, hoy ya desaparecida. Antes de su derrumbe, los vecinos trasladaron a la iglesia de Santa Tecla su retablo de madera policromada. También se custodia aquí la imagen articulada de la Virgen de la Luz, en cuyo honor se celebra el primer domingo después del 5 de agosto una hermosa romería: la Festa da Luz.
La Festa da Luz es una procesión llena de colorido, en la que se saca a la virgen mientras ocho danzantes, seguidos de una pareja de gigantes (Coco y Coca), bailan una danza tradicional al son de las gaitas. Se trata de un festejo de origen ancestral, al que acudían incluso vecinos de otras partes de la Ribeira Sacra, y que fue prohibido en la posguerra por tener "alegría excesiva" para una celebración religiosa. Los trajes de los danzantes se quemaron, y As Cocas se mandaron destruir. En los años 80 el pueblo recuperó la fiesta y, siguiendo el recuerdo de los mayores y antiguas fotografías, se volvieron a elaborar trajes y gigantes para nuevas celebraciones.
Muestra del cariño de los vecinos de Santa Tecla por su fiesta más representativa es el moderno cruceiro de Ruxil, levantado en conmemoración de la antigua capilla de la Virgen de la Luz, y que está decorado con azulejos en los que se representan las Cocas, los danzantes y la propia virgen a la salida de la iglesia de Santa Tecla en procesión.