El inicio del PR-G 213 se encuentra en Castro Caldelas, villa de amplia historia coronada por su castillo medieval: construido probablemente sobre otro más antiguo en la segunda mitad del siglo XIV, dominaba tanto el valle del Sil (por su cara norte) como las Serras do Burgo y de Queixa (lado sur).
Los irmandiños destruyeron parcialmente la fortaleza en lo que fue la gran revuelta social del siglo XV contra el poder de la nobleza. Sin embargo el Conde de Lemos, al que pertenecía, castigó duramente al pueblo, y le hizo reconstruirla con la conocida frase: "Vosotros la tirásteis, y vosotros la levantaréis".
En el siglo XIX el castillo fue incendiado por los franceses durante la Guerra de la Independencia, como represalia por los ataques de la guerrilla caldelá. Así se perdieron todos los archivos que guardaba, y con ellos gran parte de la historia de este territorio.
A finales del siglo XX el castillo estaba en manos de la Casa de Alba, que lo cedió al Concello de Castro Caldelas. En la actualidad tiene uso cultural, con biblioteca, sala de conferencias, sala de exposiciones y un museo etnográfico.
La villa, situada alrededor del castillo, luce hermosas casas con escudos, muestra de su antiguo poderío, y galerías blancas típicas de la comarca.
En cuanto a la gastronomía, destacan sus vinos, pertenecientes algunos a la Denominación de Origen Ribeira Sacra, y su bica mantecada, postre rey de estas tierras ourensanas.
Y no podemos olvidarnos de las grandes fiestas. Os Fachós, en la que se queman enormes haces de paja, se celebra la noche del 19 de enero (previa a la festividad de San Sebastián). Es una de las fiestas más antiguas de Galicia, puesto que se sabe de su celebración desde el siglo XVIII, y su origen puede tener que ver con la intercesión del santo y el poder purificador del fuego sobre las epidemias de peste que sufrió Castro Caldelas en ese tiempo.
La otra gran fiesta es la Romaría dos Remedios, en la que destaca la figura del Irrio Peliqueiro. Este personaje, que puede remontarse a la época
feudal, precede a la procesión del 8 de septiembre, y en su origen parece representar al señor del castillo en actitud de recaudar impuestos.